Comenzar con un estilo de vida saludable es más que solo comer bien y hacer ejercicio. Se trata de dormir lo suficiente, cuidar tu cuerpo, mente, controlar el estrés y los medicamentos que consumes, es hacer cosas que te hagan feliz y te hagan sentir bien. Sabemos que este tema puede llegar a ser confuso por todas las opiniones ahí afuera, sin embargo no necesitas hacerlo complicado, ni seguir cierta dieta de moda. Nosotras somos partidarias de que se puede comer de todo en balance.
Aquí te tenemos algunos tips básicos que puedes llevar a cabo para iniciar y no morir en el intento:
1. Fíjate metas realistas, concretas y medibles: por ejemplo “hacer más ejercicio” no es una meta concreta, pero si dices “voy a caminar 15 minutos, 3 días a la semana en la primera semana”, ahí ya te estas fijando una meta concreta y más realista de lograr. Recuerda que las metas realistas son metas alcanzables. Al alcanzar día a día las metas a corto plazo, te vas a sentir bien contigo misma y motivada para continuar. Ser realista significa también saber que puede haber retrocesos y que no siempre podremos dar nuestro 100%. Lo importante es no tirar la toalla, si no reanudar y continuar.
2. Nutre a tu cuerpo con alimentos reales: la forma más sencilla y eficaz de comer sano es centrarse en alimentos reales, cuando vayas de compras al super minimiza las compras de productos procesados y céntrate en estos productos:
- Muchas verduras y frutas
- Cereales integrales (arroz integral, pan integral, avena, quinoa)
- Proteínas magras (carne de res o puerco magra, pechuga de pollo, salmón, atún, otros pescados)
- Leguminosas (frijol, lentejas, garbanzos)
- Grasas saludables (aguacate, nueces, almendras, aceite de oliva, crema de cacahuate)
3. Evitar tomarte las calorías: disminuye el consumo de sodas, jugos industriales, cafés tipo frapuccino, bebidas azucaradas, prefiere agua, tés naturales o infusiones de frutas.
4. Realiza actividad física: ten en cuenta que todas las personas somos distintas, lo que a unas les funciona, a otras no. Aunque a tu amiga le haya funcionado hacer spinning, eso no significa que para ti sea la mejor opción. Intenta realizar una actividad física que disfrutes y sea compatible con tu estilo de vida.
5. Controla el estrés: El estrés crónico pone a prueba tu sistema inmunológico y te hace más susceptible a problemas de salud. El ejercicio puede ayudarte a reducir el estrés ya que estimula la liberación de hormonas, llamadas endorfinas, que mejoran el estado de ánimo. Algunas otras prácticas para reducir o controlar el estrés son, la meditación, la respiración profunda, escribir, leer o hablar con amigos. Si deseas obtener más apoyo, considera la terapia; trabajar con un psicólogo, psiquiatra o terapeuta capacitado puede ayudarte a aprender nuevas habilidades.
6. La planeación y organización son fundamentales: tómate un día a la semana para lavar y desinfectar frutas y verduras, hacer meal preap, organizar tus compras de super, etc.
Recuerda que el llevar un estilo de vida saludable no implica que ya no puedas incluir “alimentos procesados”. ¿Por qué? Porque debemos entender que somos seres sociales y la comida siempre formará parte de nuestro día a día. ¿A quién no le gusta comer pastel en algún cumpleaños, salir a cenar con la pareja, tomarse unos tragos con los amigos? Ahora, este tipo de comida suele ser alta en grasa, azúcar y sodio. Por lo tanto, no recomendamos consumirlos diariamente. Todo está en tener un balance, cuando lo hagas no te sientas culpable, hazlo con consciencia y disfrútalo.